El museo del Louvre esta dividido en tres sectores, los cuales tienen muchisimas salas divididas en cuatro o mas pisos… es enorme. Vimos todas las obras afanadas del Egipto, de Grecia, cosas chinas, de Asia, holandesas, edad Media, francesas, italianas… y de muchos lados mas seguramente.
Vimos muchísimas estatuas, entre ellas la venus de milo y … alguna que otra mas, que se yo.. no me acuerdo los nombres ni de casualidad. Además aunque me los acordara eran tantas las cosas para ver que no las podes contar.
Tambien vimos las habitaciones de Napoleon. Increíbles. Decir todo el lujo es poco…..
Dejamos para el final del recorrido la Monalisa (Gioconda). No se puede entender porque hay un montón de gente que entra al Louvre solamente a ver la Gioconda, que llega a donde está, le saca una foto y se va. Sin ni siquiera mirarla.. es increíble.
Ni bien salimos del Louvre nos fuimos al museo de D’Orsay. Donde lamentablemente no nos dejaron sacar ninguna foto, pero llegamos a recorrerlo todo a tiempo antes de que cierre. El museo nos gustó, tiene varias esculturas y pinturas más modernas, contemporáneas. Por ejemplo las obras de Jean-Léon Gérôme en una exposición temporal, que son todos oleos basados en imágenes de clásicos del cine. Muy buenas.
Cuando terminamos de pasear por todos lados tuvimos la necesidad de una sopa de cebollas y nos metimos en un restaurant francés, donde había un matrimonio italiano y un alemán con un israelí. Todos muy simpáticos.
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