Elegimos para ir a Catania la ruta costera regional, así pasábamos por cada pueblito. Entre ellos fuimos a “Noto Antica" que es un pueblo medieval entero que está en ruinas. Ahí recorrimos un poquito y nos tuvimos que ir porque se acercaba la lluvia, pero no sin antes hacer pis en el catillo del Duque. Es la primera ruina con timbre moderno que vemos, y en él decía. ”il duce”.
Visitamos Siracusa camino a Catania, donde vimos el Santuario della Madonna delle Lacrime. Que es horrible.
Llegamos a Catania y para no perder la costumbre, dimos vueltas y vueltas hasta encontrar el hotel. Pero como ya teníamos experiencia Siciliana, no nos costó demasiado. Lo que si costo fue la multa que encontramos la primera mañana, todo porque nos dijo la recepcionista que en la zona azul no había problemas… eso era cierto hasta las 8.30... después de esa hora hacía falta un simple ticket.
...en la catedral de Catania...
Esa mañana nos fuimos para el Etna !!! Y en el camino fuimos de compras a conseguir carne, fósforos y unas verduritas. Subimos y subimos un montón por el camino que te lleva casi a la cima. Donde soplaba un viento terrible y un frio de lo lindo. Debido a eso no se realizaban los ascensos con la aerosilla por lo tanto nos quedamos sin ver el agujero del volcán y una gruta donde se ve la lava. A todo esto, Carmen no quiso ni bajarse del auto por el chiflete que hacía.
... ni loca bajo...
Entonces bajamos rápido a buscar un lugar para hacer el asado, dimos vueltas y preguntando al final lo encontramos…. cerrado….de casualidad justo salía el guarda parque y nos dejó pasar saltando la reja con la condición de que dejáramos todo limpito. En esta época del año el parque no se encuentra abierto. Saltamos la reja y buscamos un lugar donde no pegue el viento pero si el sol. Empezamos a prender el fueguito, salame, pan y se nos acercó un perro en busca de comida. El guacho se subía a la mesa, así que había que estar atenti al cane.
...como picapiedras,rompiendo almendras con las piedras...
El asado estuvo riquísimo, le dimos un poco al perro, guardamos otro poco para la cena, y salimos, ya ateridos de frio hacia la city…. la idea era ir tranquilamente a tomar unos mates en la costanera, pero la verdad que el tráfico era muy caótico, y no pudimos estar tranquilos. Al final, encontramos una especie de playón cerca del puerto, y nos estacionamos ahí a tomar mate y comer algunas galletitas, pero había gente extraña que nos miraba, e iban y venían autos, con gente que nos miraba…. Y nos dio miedo de la mafia siciliana, y salimos rajando hacia el hotel.
Cenamos, bañito y a la cucha.
Al día siguiente, un día hermoso, agarramos el auto y encaramos hacia taormina. Fuimos siempre por las carreteras regionales, y pasamos primero por giardini naxos. Es un pueblito precioso, que está sobre la costa, en la parte de debajo de taormina.
El color del agua es impactante, las playas, tranquilísimas…..
Subimos hacia taormina por unas callecitas empinadas, girando y siempre subiendo. Llego un punto en que no podíamos subir más con el auto y teníamos que estacionar……
Diego encontró un lugar fabuloso al lado de un precipicio, y, no sin antes algunas dificultades con las maniobras, estaciona… y desciende del auto a mirar el paisaje….. yo me quede sentadita adentro con mi cinturón de seguridad, cuando el auto empieza a caminar solo hacia el precipicio…..
No le puedo explicar el cagazo y los gritos que pegue…. En mi boludez natal, en vez de poner el freno de mano, lo bajaba cada vez más con fuerza, soltando el auto casi en caída libre…. Ahí diego entro, como chapulin colorado, y por suerte puso bien el freno y no caí al abismo…. Lo voy a reventar que estaciona en una pendiente sin poner el freno de mano…… no lo saco más a pasear…..
Después de recuperarnos del susto, por las dudas, fuimos a dejar el auto en otro lugar más seguro, y salimos esta vez con suerte, hacia la ciudad de Taormina.
Lo primero que hicimos en Taormina, después de visitar una iglesia, fue comprar un turrón de pistaccio y una torta de higos. Todo sea por probar la cocina siciliana. (excusas de Carmen) y los turrones estaban barbaros!!!
Almorzamos en un bar que tiene vista al mar y al Etna, fabuloso. Comimos unos tostados con dos cervezas frías. Hacía calor esta vez! Después de recuperarnos de tanta belleza encaramos para el anfiteatro griego, deteniéndonos en cada rincón y callecita.
Entramos al anfiteatro griego por la puerta grande. Sorprendidos por el paisaje que lo rodeaba y porque podíamos escuchar a dos alemanes susurrando en la última fila de las gradas estando nosotros parados en el escenario. No pudimos resistirlo y bailamos un pequeño Hassapiko en el escenario.
Luego recorrimos todos los rincones, y descubrimos que entre las gradas había plantas de hinojo e intentamos arrancar alguno para comernos el hinojo del teatro griego de Taormina !! Pero se rompió la raíz….falto la palita. Recorrimos un poco más y nos dirigimos para Messina.
Casi llegamos a Messina, de no ser por el tráfico caótico e azaroso. En otras palabras nos cago el día y decidimos volvernos para el hotel. Plin plin plin . . . Casi tres horas después de: puteadas, discusiones, frenazos, bocinazos, etc etc… llegamos con éxito al hotel. Ignoramos al trapito que cada noche se nos acercaba al auto. Le contestábamos en criollo por supuesto y no le quedó otra que irse por donde vino. Se dio cuenta que con nosotros esa noche no se jodia.
A la madrugada saltamos de la cama, agarramos las valijas y nos fuimos al aeropuerto. Y… a pesar de ser las 6… casi 7 de mañana… no zafamos de que un boludo nos cruce el auto por adelante para estacionar unos pocos metros más adelante. También nos bocineaba desesperada una mujer que estaba muy apurada para llegar vaya a saber dónde. A todo esto no eran ni las 7am aun.
Devolvimos el auto y tomamos el avión con retardo, ya que en Milano había una tormenta de nieve.
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