ARRIVO A FIRENZE

Mientras mí querida Carmen dormía en el auto, recorrimos los varios kilómetros que separaba Firenze de Venezia. Llegando empecé a ver muchísimas montañas y todas blancas por la nieve. Contento de tanta nieve la desperté a Carmen, quien respondió: uh la puta… va a hacer frio… (con mala cara…) ufa..

Una vez dentro de Firenze, dimos unas cuantas vueltas hasta que dimos con el Ostal per la Giuventu… dejamos todo y nos al fuimos al centro a recorrer un poco. Pero lamentablemente nos encontramos con todo cerrado… asi que caminamos un poco por la calles y regresamos al Ostal a descansar y planear los siguientes días.