Despues de casi 300Km llegamos a Agrigento…. empezamos a dar vueltas y vueltas por la ciudad… hasta que frenamos en una estación de servicio donde preguntamos donde quedaba el hotel, que estaba a una cuadra.
Hicimos el check in, y cuando vimos la habitación nos enamoramos…..
Tenia una cocina hermosísima. Toda para nosotros. Y eso no era todo. Teníamos mesa ¡!!!!! Buenísimo!!!!
Salimos a caminar por la calle principal y alrededores, para conocer un poco.
Como explicar la sensación de ver una pescadería, y saber que teníamos una cocina….. no pudimos resistir, y compramos unos camarones y unos pescados. Hicimos gambas al ajillo y unos pescados al horno.
Almorzando como los dioses, después nos dirigimos al valle de los templos, en donde en la antigüedad se adoraban a los dioses.
Sin palabras. Es para recomendar. Sobre todo, el templo de la concordia. Le falta solo el techo, y que te metas adentro.
De ahí nos fuimos al museo arqueológico, que, con música de un concierto de piano inesperado, fuimos recorriendo. También para recomendar. Vayan a Agrigento ¡!!
A la noche hicimos un paseíto por la ciudad en donde observamos un concurso de jopos ridículos y de chicas vestidas de gatos con botas… como no podíamos hacer frente a tanta gala y despliegue de actitud pelotuda, nos metimos en el primer bar olvidado que vimos a tomar una fresca.
De ahí al hotel y dormir, que al otro dia salíamos hacia catania.
No hay comentarios:
Publicar un comentario